La revista trimestral 'Annals de Medicina', editada por la Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i Balears, incluye en su último número un artículo del presidente del Sector Primaria ICS de Metges de Catalunya (MC), Javier O 'Farrill, que analiza la situación del primer nivel asistencial catalán, en especial después de las protestas protagonizadas por los profesionales del sector en otoño del año pasado.
La infrafinanciación histórica de la atención primaria, agravada por los recortes aplicados desde el año 2010 -que redujeron el presupuesto un 25%, los salarios un 7% y la plantilla en más de 900 facultativos- se encuentra en la raíz del problema, según O'Farrill, que destaca que la prevalencia del síndrome de agotamiento o burnout de los profesionales se sitúa cerca del 50%. Además, añade los cambios socioeconómicos, demográficos y tecnológicos de la sociedad catalana en los últimos 30 años que han transformado las necesidades asistenciales de la población. Así, el incremento del uso y la frecuentación de los servicios de atención primaria "no ha ido acompañado de una adaptación del desarrollo profesional y de una estrategia de formación específica".
Para O'Farrill, el deterioro del primer nivel asistencial tiene tres consecuencias: la pérdida de prestigio y atractivo para los jóvenes facultativos, que hace difícil la incorporación de nuevos profesionales, el empeoramiento de las condiciones laborales y la extensión de la precariedad, y un incremento del tiempo de espera para los pacientes. La indignación acumulada y el hartazgo por la presión asistencial y la sobrecarga de trabajo "desmedida y sostenida" cristalizó en la huelga de facultativos de atención primaria que tuvo lugar entre los días 26 y 29 de noviembre de 2018 que contó con un seguimiento del 75% de los profesionales convocados al paro.
Las medidas surgidas del acuerdo que puso fin a las protestas se están implantando "con excesiva lentitud y con no pocas reticencias por parte de algunas direcciones de atención primaria del Instituto Catalán de la Salud (ICS)", denuncia O'Farrill, que advierte que el sindicato médico no tolerará los incumplimientos y convocará nuevas movilizaciones si se mantiene el bloqueo.
Para que la atención primaria se convierta en el verdadero eje vertebrador del sistema sanitario, el responsable sindical señala que se necesitan reformas que incidan en aspectos "conceptuales, organizativos y de gestión", sin olvidar la apelación a la corresponsabilidad de la población. "Hay que invertir esfuerzos en la proyección científica, profesional y social de los facultativos de atención primaria, desde la perspectiva de la remuneración, del bienestar laboral y del desarrollo de la carrera profesional. Hay que poner en valor el principal capital del sistema, sus profesionales, reconocidos no sólo por nuestra población sino también a nivel internacional, por su formación y capacidad asistencial, pero que se ven centrifugados hacia otros ámbitos o países, ya que no se les ofrece la oportunidad de ejercer su especialidad con dignidad y plenitud".
Aunque con la mejora de la financiación no se solucionarían todos los problemas, O'Farrill insta a los políticos y gestores sanitarios a priorizar la atención primaria "haciendo políticas encaminadas a visibilizar la especialidad durante la formación médica e incrementar su presupuesto hasta el 25% del gasto total en salud".