Metges de Catalunya (MC) reclama poner el foco de la inversión sanitaria en la atención primaria, que está sufriendo una asfixia de personal insoportable, ante el anuncio que ha hecho esta semana el Departament de Salut de empezar a construir cinco espacios hospitalarios anexos junto a los hospitales Parc Sanitari Pere Virgili (Barcelona), Arnau de Vilanova (Lleida), Bellvitge (l'Hospitalet de Llobregat), Trias i Pujol (Badalona) y Moisès Broggi (Sant Joan Despí), con un presupuesto global de más de 50 millones de euros.
El sindicato critica la decisión del Govern al que acusa de hacer un discurso de cara a la galería defendiendo el primer nivel asistencial, pero en el fondo practicar una política contraria a las necesidades que reclaman sus profesionales desde hace muchos años: más presupuesto, más personal y menos presión asistencial para poder atender a los pacientes en condiciones óptimas.
La organización recuerda que la situación en la atención primaria ya era muy crítica antes de la llegada de la pandemia de la COVID-19, como consecuencia de la pérdida de más de 900 facultativos de medicina familiar por los recortes. Ahora, este déficit de personal se ha visto agravado de manera considerable, según MC, por las bajas de los profesionales afectados por el coronavirus, los aislamientos preventivos por contacto, las vacaciones estivales y el aumento de las funciones asignadas al primer nivel asistencial como el control epidemiológico de la pandemia, la atención transitoria de las residencias geriátricas y, en breve, la supervisión de los posibles casos que puedan surgir en las escuelas.
Por ello, el sindicato considera "incongruente" que Salut dedique más recursos a los hospitales en lugar de invertirlos en el primer nivel asistencial –auténtico dique de contención de la pandemia–, si bien también reconoce una falta de infraestructura hospitalaria provocada igualmente por las políticas de austeridad del Govern durante la última década, con el recorte de más de 1.000 camas hospitalarias y más de 700 camas sociosanitarias.
Con todo, subraya que, sin más personal, los hospitales satélite no serán eficientes y sobrecargarán de trabajo las plantillas ya escasas de sus centros de referencia.
Principios de 2021
Salut prevé tener construidos los nuevos espacios hospitalarios, de unos 4.000 metros cuadrados y cuatro plantas, a principios del próximo. Cada uno tendrá un centenar de camas y un diseño pensado para atender pacientes de COVID-19 o de otras epidemias. Cuando dejen de ser necesarios para hacer frente a este tipo de crisis sanitarias se podrán destinar a otros usos.
Estos equipamientos tendrán una capacidad máxima de 108 camas de unidad de cuidados intensivos (UCI) que se podrán reconvertir en 24 horas en plazas convencionales de hospitalización o al revés, según las necesidades.