El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Xavier Lleonart, ha señalado este viernes que el nuevo Govern surgido de las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero tendrá que escuchar "de verdad" al colectivo médico, si quiere reflotar el sistema sanitario tras una década de recortes y los daños provocados por la pandemia de COVID-19.
En un artículo publicado en El Periódico, el dirigente sindical ha subrayado que el actual modelo de salud "ha llegado al final de su recorrido" y ha defendido que, para poder salir de este callejón sin salida, el futuro ejecutivo "deberá contar con los profesionales y convertirlos en aliados". Para Lleonart, esta sensibilidad sanitaria tendrá que traducirse también en una "mejora sustancial, estructural y transversal" de las condiciones laborales y retributivas de los trabajadores sanitarios, con el objetivo de poner fin a las políticas de austeridad y de desmantelamiento de la sanidad pública de los últimos años que "han sido recibidas como un maltrato por parte del personal".
Según ha argumentado, el nuevo modelo sanitario se tiene que edificar con "voluntad política, mano extendida de todos los actores sanitarios, pero, sobre todo, con un impulso presupuestario histórico". En este sentido, ha cifrado en 5.000 millones de euros el incremento anual necesario del presupuesto de Salut para poder "planificar y desarrollar las reformas que tienen que volver a situar a la sanidad catalana en una posición de excelencia".
Además, ha reclamado a los responsables sanitarios que abandonen los criterios de gestión economicistas y sitúen a los profesionales de la medicina en el centro del sistema, haciendo prevalecer la gestión clínica en la toma de decisiones. Asimismo, ha pedido una "planificación urgente" de los recursos humanos para afrontar la jubilación masiva de facultativos en los próximos 10 años.
Convenio profesional
Por otra parte, Lleonart ha insistido este miércoles, en declaraciones a Diario Médico, que la actual crisis sanitaria es una excelente oportunidad para "repensar" el modelo de salud y fijar un nuevo "espacio permanente" de interlocución directa con la Administración, que cristalice en un "convenio profesional" común para todo el colectivo médico.
"Tendemos la mano al futuro ejecutivo catalán –ha añadido– para trabajar conjuntamente en esta reformulación del sistema" que, a su juicio, tiene que sustentarse sobre dos aspectos básicos: un gran consenso social que debe contar necesariamente con las aportaciones de los interlocutores con mayor representatividad entre la profesión médica y una inyección económica notable al sistema sanitario.