Metges de Catalunya (MC) ha reiterado este martes ante Inspección de Trabajo que el Institut Català de la Salut (ICS) sigue incumpliendo sistemáticamente y de forma generalizada la obligación de proteger y velar por la salud física y emocional de sus facultativos de atención primaria, al permitir unas cargas de trabajo desorbitadas que conllevan altos niveles de riesgo psicosocial de burn-out.
Así lo ha expresado una delegación del sindicato en la fase de investigación que ha abierto este organismo administrativo, después de que MC presentara el pasado mes de julio una tercera denuncia contra el ICS, a quien acusa de "insensible" por no haber adoptado ninguna medida para reducir la sobrecarga laboral, intensificada ahora por la pandemia de COVID-19.
De hecho, a finales de 2020, Inspección de Trabajo ya instó al ente sanitario público a concluir el proceso de evaluación de riesgos psicosociales por centros iniciado en 2017, con el objetivo de adoptar con urgencia las acciones necesarias para “eliminar o controlar y reducir” estos factores que afectan “tanto al bienestar o la salud (física, psíquica o social) de los trabajadores como al desarrollo de su trabajo”.
En su informe de conclusiones, constataba un “elevadísimo” porcentaje de facultativos de atención primaria expuestos a estos riesgos y, a su vez, detectaba diversas deficiencias en la actuación del ICS contra el burn-out, como la falta de determinación de recursos, plazo de ejecución, seguimiento de las actividades preventivas y control de efectividad de las medidas adoptadas.
Así las cosas, los representantes del sindicato han reafirmado su petición a Inspección de Trabajo para que inste al ICS a evaluar de forma correcta los puestos de trabajo de los médicos y las médicas del primer nivel asistencial, y a fijar el límite de pacientes asignados a cada facultativo, el máximo de visitas a atender por cada jornada de trabajo y el tiempo mínimo de atención asistencial para cada consulta ya sea presencial, telemática o telefónica.