Nuevo clamor para reforzar y potenciar la atención primaria

Mireia Prat, delegada de Metges de Catalunya

Amnistía Internacional Cataluña (AIC), Metges de Catalunya (MC), y el Foro Catalán de Atención Primaria (FoCAP), integrantes de la campaña 'Más y mejor AP', han comparecido este miércoles ante la Comisión de Salud del Parlament de Catalunya para volver a reclamar a los representantes políticos que la planificación sanitaria, incluyendo el futuro presupuesto del Departamento de Salud, sitúe preferentemente la mirada sobre el ámbito asistencial de atención primaria.

La campaña 'Más y mejor AP' deriva de la iniciativa '25% Atención Primaria YA', promovida por las mismas entidades, que en la anterior legislatura presionó a los grupos parlamentarios para que las cuentas sanitarias destinaran, como mínimo, el 25% de los recursos al primer nivel. Tal y como ha recordado, Júlia Pérez, coordinadora de la campaña y portavoz de AIC, la atención primaria sigue "muy despreciada", a pesar de su papel fundamental para garantizar el derecho a la salud y una atención sanitaria de calidad y en condiciones de igualdad.

En este sentido, ha añadido, "hay que reforzar con más inversión el ámbito asistencial que actúa como puerta de entrada al sistema, y cuidar a sus profesionales". Para asegurar que la primaria recibe una financiación adecuada, AIC ha pedido que los datos presupuestarios y de gestión sean "más transparentes, accesibles y comprensibles".

Por su parte, Blanca de Gispert, representante de FOCAP, ha recordado los rasgos que definen la atención primaria, que han demostrado su incidencia positiva sobre los principales indicadores de salud. Así, la AP debe ser "próxima, accesible, longitudinal, global y coordinada".

Plantilla, sobrecarga, burnout i captación de nuevos profesionales
Mireia Prat, médico de familia, ha intervenido en representación de MC. La delegada del sindicato médico ha destacado que la plantilla de profesionales de atención primaria no está bien dimensionada. A modo de ejemplo, ha señalado que el número de médicos y médicas de AP sigue siendo inferior al que había en el año 2010, antes de los recortes, mientras que la población catalana ha crecido en más de 600.000 personas, cada vez más envejecidas y más demandantes de asistencia. "El personal facultativo resuelve el 65% de las visitas, claramente la plantilla no es la adecuada para atender con calidad", ha asegurado.

La falta de profesionales, ha continuado, se traduce en sobrecarga de trabajo. “Según datos del ICS, el 50% de las agendas médicas supera las 25 visitas diarias que marcan el límite si se respeta el tiempo de 12 minutos por visita presencial y 6 minutos por visita telemática. Esto significa que son visitas forzadas, sin tiempo. Es evidente que la calidad se ve muy mermada”.

Las vacaciones, bajas laborales, reducciones de jornada o permisos sin sueldo no se sustituyen y los profesionales que permanecen en el sistema deben soportar esta carga de trabajo añadida. Por todo ello, los estudios de burnout realizados por diferentes instituciones y organizaciones -incluido MC- demuestran que alrededor del 30% de los sanitarios presentan síntomas de baja realización profesional, agotamiento emocional y despersonalización. "Estamos sobrecargados, conciliar la vida personal y laboral se nos hace muy difícil y eso nos aboca al burnout", ha afirmado la representante sindical.

En esta situación, la atención primaria tiene dificultades para incorporar a nuevos profesionales, como han demostrado las tres últimas convocatorias MIR que han acabado con plazas vacantes de medicina familiar y comunitaria. Para que el primer nivel recupere atractivo y prestigio, Prat ha apuntado algunas de las medidas necesarias: “contratar a más profesionales y redimensionar los equipos; asegurar el tiempo no asistencial en las agendas; facilitar la formación y la conciliación; aumentar la autonomía profesional; elaborar un plan de cuidados para reducir la incidencia del burnout y disminuir la burocracia y el clicking, que se come el día a día”.

Por último, ha remarcado que las jóvenes generaciones tienen unas prioridades diferentes y “dan tanto valor al sueldo como a su bienestar”. Para seducirlos “será muy importante tener en cuenta el salario emocional”, ha concluido.