Ante las declaraciones realizadas el pasado 25 de junio por el gerente Territorial del Institut Català de la Salut (ICS) en el Camp de Tarragona, Rafael Gràcia, en el Diari de Tarragona, Metges de Catalunya (MC) manifiesta lo siguiente:
- Cuando el colectivo médico de la sanidad catalana está sufriendo estoicamente, desde hace años, los efectos acumulativos de los recortes presupuestarios y la sobrecarga asistencial que provocan, MC no entiende las “provocativas” y “deplorables” afirmaciones de Gràcia negando el sobreesfuerzo de los profesionales para mantener de pie el sistema.
- Desde el año 2010, el ICS ha reducido en casi un millar el número de médicos en la atención primaria catalana. La consiguiente masificación de las consultas por acumulación de contingentes (pacientes asignados a cada facultativo) y la falta de sustituciones es una evidencia de que “sólo se puede negar desde la mala fe o la ignorancia, circunstancias las dos igual de preocupantes viniendo de un gestor sanitario”.
- La situación de sobrecarga asistencial “no sólo amenaza la salud del médico, sino que también puede acabar repercutiendo en la salud del paciente y en la calidad de la asistencia”. MC ha denunciado reiteradamente prácticas especialmente nocivas de esta gerencia como abarrotar de visitas las agendas de las consultas médicas, sin límite y sin tiempo asignado.
- El sistema de cuantificación de la actividad asistencial utilizado por el ICS es “aberrante”, ya que los resultados que ofrece en número de visitas por médico no se parecen en nada a la realidad que viven los centros de atención primaria (CAP) tarraconenses. Esta discordancia provoca un fuerte “desencanto” en los médicos que atienden consultas colapsadas, soportando una fuerte presión asistencial y disponiendo de menos tiempo de visita por paciente. En este sentido, MC sugiere a Gràcia que calcule las medias del número de visitas de las agendas de los médicos de familia de cualquier área básica de salud (ABS) del ámbito de Tarragona.
- Las dificultades del ICS para encontrar médicos son generalizadas en todo el territorio catalán y se deben a una oferta de contratos “poco atractiva” y a un régimen retributivo “paupérrimo” (especialmente para el médico joven) y “rígido”, incapaz de adaptarse a los requerimientos del mercado. La situación específica en el área que cubre la gerencia territorial del ICS en el Camp de Tarragona es “dramática” y la problemática para encontrar sustitutos en algunas ABS, como Salou, es “terrible”.
- En el ámbito de la empresa pública de servicios asistenciales, la coyuntura no es diferente. El Hospital Sociosanitari Francolí, gestionado por la empresa Gestió i Prestació de Serveis de Salut (GiPSS) y bajo el paraguas de la gerencia territorial del ICS en el Camp de Tarragona, también ha reducido el número de médicos asistenciales, mientras ha crecido la complejidad patológica de los pacientes atendidos, a menudo enfermos paliativos pluripatológicos que conviven con enfermos oncológicos de larga supervivencia y con muchas complicaciones. En algunos casos, el número de pacientes por médico se ha llegado a triplicar en este centro hospitalario, una situación que empeora ostensiblemente cada verano, a causa del cierre de camas.
Por todo esto, MC pide a Gràcia “más responsabilidad a la hora de valorar la actividad de los médicos del Camp de Tarragona y más cautela en sus análisis sobre el estado de la sanidad pública”.