Un 64% de los pediatras de atención primaria de la sanidad pública asegura que tiene dificultades para poder realizar actividades formativas en su centro de trabajo, principalmente por la falta de suplencias mientras dura la formación, circunstancia que genera más sobrecarga de trabajo al resto del equipo que debe asumir la actividad asistencial del profesional ausente. Este es uno de los nuevos datos que se desprenden de la encuesta que ha hecho Metges de Catalunya (MC) a 416 pediatras para conocer las condiciones en las que ejercen la medicina.
Otro de los obstáculos con que se topan los profesionales de pediatría a la hora de acceder a la formación continuada es la falta de tiempo. Según afirman, la mayor parte de su jornada laboral deben dedicarla a la asistencia por culpa de la masificación de las consultas, en perjuicio de otras actividades como la formación, la docencia o la investigación que, a menudo, quedan en un segundo plano. Este impedimento entorpece, de rebote, el desarrollo profesional del pediatra y su promoción en el sistema de carrera profesional, con consecuencias laborales y retributivas evidentes.
Otros especialistas también se quejan de la falta de financiación específica para poder hacer cursos o talleres y la escasa oferta formativa que hay en su territorio.
MC adelantó la semana pasada el grueso de los resultados de la encuesta que revelan que un 85% de los especialistas pediátricos no puede dedicar el tiempo suficiente a la atención de sus pacientes y un 93% no tiene fijado un límite de visitas diarias en su agenda. Asimismo, un 88% de los encuestados confirma que, en su centro, no se cubren las ausencias laborales por falta de sustitutos.
En declaraciones a SER Catalunya, la vicesecretaria general del sindicato y pediatra en el CAP Viladecans (Barcelona), Ana Roca, ha alertado de los riesgos que puede conllevar esta situación de sobrecarga laboral, tanto para el paciente como para el profesional: "Por un lado, si tienes que visitar a un niño enfermo con fiebre alta, que no se encuentra bien, con cinco, cuatro o tres minutos, tienes el riesgo de que alguna patología grave pase desapercibida, y por otro, si trabajas con tanta presión y angustia, al final acaba repercutiendo también en tu salud". En este sentido, un 72% de los pediatras encuestados cree que es más propenso a enfermar o a sufrir determinadas dolencias, debido al ejercicio de su profesión.