El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Xavier Lleonart, ha repasado este domingo las luces y sombras del primer año de la pandemia de COVID-19 y ha puesto el acento en la actitud reprobable de los responsables sanitarios que, en los primeros meses de gestión de la crisis, no garantizaron la protección de las plantillas, ante la amenaza del nuevo agente patógeno y en medio de un "escenario dantesco".
En declaraciones al diario digital El Nacional, Lleonart ha recordado que "no había equipos de protección individual (EPI) para nadie" y que, en ningún caso, se cumplió la norma de actuación para situaciones de urgencia o emergencia: primero proteger, después avisar y finalmente socorrer, conocida como la técnica PAS. "Lo que fue más mezquino –ha señalado– es que los gestores nos quisieran hacer creer que aquello era la mejor gestión posible" y, a modo de ejemplo, ha explicado que el personal sanitario recibió la indicación de que una mascarilla se podía utilizar una semana entera.
Por el contrario, ha destacado "la implicación, el compromiso, la autoorganización y la resiliencia" de todos los profesionales sanitarios, "sin excepción", los cuales, ha afirmado, han tenido que afrontar la pandemia en un contexto sanitario "muy precario", como consecuencia de la crisis y los recortes de la última década.
Para el dirigente sindical, uno de los grandes retos que tiene actualmente la red sanitaria es gestionar las "destrozos" provocados por el coronavirus. En este sentido, se ha mostrado preocupado por el desbordamiento que sufre la atención primaria, ya que "se ha tenido que reinventar" por falta de personal. Según ha detallado, "estamos llegando a un punto de degradación del sistema, donde todo el mundo es útil y apto para hacer de todo".
En esta misma línea, se ha expresado el vicesecretario general de MC, David Arribas, a Crónica Global. "La cartera de servicios es la que es. Si priorizamos una actividad, hay que ser conscientes de que todo lo demás se resentirá", ha afirmado en referencia a la falta de recursos humanos.
"Estos 12 meses hemos realizado un esfuerzo físico y emocional titánico. Todo el mundo ha hecho horas extras, sin material, nos hemos infectado más que nadie sin, a veces, ver las compensaciones justas que correspondían –ha añadido–. Y ahora la gente no para de preguntar en su ambulatorio cuándo le toca vacunarse".