Metges de Catalunya (MC) advierte que los hospitales públicos y concertados de la red sanitaria catalana están en las "puertas del colapso", como consecuencia del incremento del número de pacientes afectados por el Covid-19 que requieren ingreso, y, por ello, exige a las autoridades sanitarias que movilicen todos los recursos posibles y provean a los centros hospitalarios y de atención primaria de más equipos de protección individual (EPI), para evitar que sigan aumentando las bajas entre los profesionales de la salud.
Según ha podido constatar el sindicato a través de sus delegados y delegadas, el crecimiento de la demanda de camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) está tensionando las infraestructuras hospitalarias que, durante los recortes, ya vieron como perdían más de 1.000 camas de agudos.
Así, el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona ha tenido que abrir una unidad con 20 plazas de UCI, mientras que el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona se plantea recuperar una UCI que cerró el año pasado para trasladarla a un nuevo espacio y que aún está equipada. Igualmente, la dirección del centro barcelonés prevé ocupar áreas de reanimación postquirúrgica que estos días no se están utilizando, debido a la desprogramación de mucha cirugía no urgente.
En el Hospital de Viladecans, la zona de cuidados intensivos está llena y en el Hospital de Badalona han tenido que habilitar cuatro plazas de UCI en quirófanos, además de abrir camas del área de cirugía mayor ambulatoria y adaptar diversos espacios comunes, como el salón de actos.
MC también ha podido saber que el Hospital Moisès Broggi ha abierto dos UCI más –actualmente tiene tres activas–, y ha ganado espacio en el área de urgencias y de consultas externas para realizar actividad asistencial. El Hospital de Mataró ha suspendido, desde hace días, toda la actividad quirúrgica programada no urgente para disponer de más plazas.
En Lleida, el Hospital Santa María ha transformado toda una planta de cirugía, con 14 camas, en una unidad Covid-19 que cuenta con personal específico. En esta provincia, los responsables sanitarios valoran la posibilidad de acondicionar un hotel para alojar pacientes con patología leve y liberar, así, plazas hospitalarias.
El Hospital de Igualada, con una situación complicadísima por falta de personal, solo puede utilizar ocho de las 10 plazas de cuidados intensivos de que dispone y el Hospital de Blanes no puede derivar más pacientes a la UCI del Hospital Josep Trueta porque está llena.
Equipos de protección
Por otra parte, el sindicato sigue muy preocupado por la falta acuciante de material de protección individual (mascarillas, batas y guantes), sobre todo, en muchos centros de atención primaria (CAP), donde los profesionales están alargando la vida útil de este instrumental, poniendo en riesgo su seguridad y la de los pacientes.
Asimismo, la organización insiste en la necesidad de hacer las pruebas de detección del coronavirus a todos los trabajadores sanitarios, con el objetivo de controlar la infección entre el personal y evitar que éste se convierta en vector transmisor de la enfermedad.