Metges de Catalunya (MC) califica de "muy delicada" la situación que viven los centros sanitarios públicos debido a la obsolescencia de sus aparatos quirúrgicos y de diagnóstico, la mayoría de los cuales no se renuevan desde hace una década, y advierte el Departament de Salut que "está jugando con fuego", si no corrige urgentemente la desinversión en tecnología sanitaria de los últimos años.
Según una información publicada en el diario El Periódico, el Servei Català de la Salut (CatSalut) ha reducido, entre los años 2010 y 2016, un 37% de media la partida económica destinada a tecnología y material sanitario, incluida la reparación de los edificios de los centros de salud. En concreto, ha pasado de invertir 356 millones de euros en este capítulo en el 2010 a los 227 millones del 2016.
Los equipamientos sanitarios del Institut Català de la Salut (ICS) son los más afectados por este recorte, donde la pérdida de capacidad para renovar quirófanos, equipos de anestesia o camas fue del 57% en 2016 respecto del 2010. En el año más negro, en 2011, los centros del ente público vieron reducido un 77% el presupuesto destinado a modernizar sus aparatos médicos.
"Si al deterioro tecnológico les sumamos la pérdida de un millar de facultativos solo en el ICS y de casi 1.200 camas de agudos en la red hospitalaria de utilización pública tenemos un cóctel perfecto y definitivo para hacer saltar por los aires cualquier certificado de calidad de nuestro sistema sanitario", afirma el secretario general de MC, Josep Maria Puig.
El dirigente sindical asevera que la obsolescencia tecnológica "es una realidad" y avisa de que, si no se produce un giro de 180 grados en la política presupuestaria del Govern, las consecuencias pueden ser "muy graves". "El envejecimiento tecnológico –señala– ha alcanzado niveles preocupantes que pueden tener efectos negativos en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, así como en la seguridad del paciente y del propio profesional".
Un estudio elaborado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), con datos de finales del 2014, indica que uno de cada cuatro equipos de diagnóstico, monitorización y terapia de los hospitales del Estado español está obsoleto. El informe también concluye que la tecnología sanitaria instalada en muchas comunidades autónomas "es la más antigua que ha habido en las últimas dos décadas".