Metges de Catalunya (MC) advierte que la mejora puntual de las listas de espera de la sanidad pública en los últimos meses, gracias, una vez más, al sobreesfuerzo que están realizando los profesionales sanitarios, enmascara una "futura explosión" de patologías, que emergerán próximamente cuando se recupere el flujo de diagnósticos preCOVID. Un dato que evidencia el infradiagnóstico actual de enfermedades postergadas por la pandemia es el aumento espectacular de la demora en las pruebas diagnósticas. "En 2010, el tiempo medio de espera era de 53 días y ahora, 107", explica el vicesecretario general del sindicato, David Arribas, en declaraciones este lunes a El Periódico.
Según las cifras publicadas por este diario, la espera para las pruebas diagnósticas aún no ha alcanzado el nivel previo a la pandemia, aunque se ha acortado un 14,6% respecto a mayo de 2020. Sí que ha mejorado la demora para la visita al médico especialista, que prácticamente ha vuelto a los datos de finales de 2019. En cuanto a las cirugías, la lista de espera ha bajado un 24,8% respecto al año pasado, pero sigue siendo un 6% más elevada que en 2019.
Sin embargo, Arribas afirma que, a pesar de que pueda parecer que la situación se está normalizando, la clave pasa por el no-diagnóstico. "Si no hay diagnósticos, no hay gente nueva que entre en las listas de espera –explica–. Nosotros creemos que la mejora no es real y que se incrementarán las listas de espera".
De hecho, la revista Annals of Family Medicine ha publicado este mes de septiembre los resultados de un estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) que revela que, en 2020, hubo una reducción "drástica" de la detección de patologías o factores de riesgo frecuentes como la hipertensión, la diabetes, la osteoporosis o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica que, en algunos casos, ha llegado a ser de hasta el 50% por el impacto de la pandemia de COVID-19.