"Es evidente que a las patronales les gusta el juego de trileros, porque en definitiva este convenio [el firmado en la sanidad concertada el pasado 28 de mayo con la única oposición de Metges de Catalunya (MC)] no es sino un paripé con solo una finalidad: reafirmarse como entes 'útiles' en el sistema sanitario público catalán, porque, si no firman convenios, ¿para qué sirven?", se pregunta el presidente del sindicato, Albert Tomàs, en un artículo que publica este jueves Diario Médico, respondiendo a una tribuna de los responsables de las patronales Unió Catalana d’Hospitals (UCH) y el Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSSC), Helena Ris y Manel del Castillo, respectivamente.
Tomàs afirma que el convenio suscrito entre las patronales y los sindicatos UGT, CCOO y SATSE es una "chapuza escandaloso" que conllevará "más problemas que soluciones", ya que pone en riesgo económico la mayoría de centros concertados. "Se ha gestado de manera exprés (...), con una perspectiva de elecciones autonómicas y generales para este año y con la advertencia, por parte del Govern, que la Generalitat está en quiebra económica y que, probablemente, este junio no podrá cumplir con los pagos previstos a proveedores", explica.
A pesar de esta advertencia, sin embargo, "las patronales han promovido la firma del acuerdo, en un momento en que todos los centros tenían pactos de empresa y, por tanto, ya tenían hechas sus previsiones económicas anuales". De hecho, Tomàs apunta a que la Corporació Sanitària Parc Taulí de Sabadell y el Consorci Sanitari de Terrassa –dos organizaciones asociadas a la UCH y al CSSC– ya han manifestado la imposibilidad de aplicar el nuevo convenio por "razones económicas".
"Sinceramente creo que avalar un convenio sanitario sin la presencia de los médicos es un error y está condenado al fracaso", asegura y, a la hora de valorar los posibles resultados del acuerdo, es muy claro: "No mejorará en nada la situación de los centros ni de los trabajadores y aún [las patronales] se permiten criticar a quien no lo ha suscrito. A esto yo le llamo incompetencia y prepotencia".
La reprobación a las patronales UCH y CSSC va un paso más allá, cuando acusa estas organizaciones de "connivencia" con los diferentes gobiernos catalanes. "Nunca han criticado, ni ha protestado las decisiones políticas sobre sanidad (...). Si alguna vez se ha asignado más dinero a sanidad (...) han preferido gastarlo en infraestructuras que ahora no se pueden mantener o poner en funcionamiento por falta de presupuestos. Pero, cuando han llegado las vacas flacas, se han apresurado, con enorme desfachatez, a hacer repercutir las disminuciones presupuestarias de los centros en las nóminas de los trabajadores", recalca.
En suma, Tomàs tacha la actitud de las patronales de "poco digna" con el sistema sanitario concertado y advierte de que, si no cambian su conducta, "no les quedará más remedio que empezar a reflexionar sobre su existencia". Con todo, pero, deja una puerta abierta al diálogo: "Saben dónde estamos y lo que queremos. Y no todo es precisamente dinero. Estamos predispuestos a sentarnos y hablar. La pelota está en su tejado", concluye.