Metges de Catalunya (MC) no comparte el “optimismo” del Departament de Salut ante el ínfimo descenso de las listas de espera registrado durante el 2017. Los datos oficiales que ha hechos públicos este martes la Administración se alejan mucho de los objetivos marcados por el conseller de Salut cesado, Antoni Comín, en el plan de choque impulsado en abril del año pasado: reducir un 10% las demoras quirúrgicas y un 50% el tiempo de espera tanto para las pruebas diagnósticas como para las consultas externas. A falta de dos meses para finalizar las medidas de contingencia, que han contado con un presupuesto extraordinario de 57 millones de euros, Salut ha conseguido disminuir solo un 0,6% el número de pacientes que esperan para ser intervenidos quirúrgicamente y cerca de un 22% las esperas para pruebas y visitas al especialista, menos de la mitad del objetivo fijado.
El sindicato considera que difícilmente se podrán alcanzar los objetivos, si no se inyectan más recursos al sistema, y recalca que la situación no es peor gracias al compromiso y el esfuerzo que están haciendo los médicos y el resto de personal sanitario para contener el crecimiento de las listas de espera. “Sin este trabajo ingente y constante de los profesionales, las listas de espera habrían continuado creciendo”, asegura el secretario general de MC, Josep Maria Puig, que advierte que “el factor humano puede tirar del carro hasta cierto punto, pero, tarde o temprano, la sobrecarga asistencial nos terminará ahogando”.
En este sentido, recuerda también la “situación extrema” que viven los facultativos de los centros de atención primaria (CAP) que, durante la epidemia de gripe, pueden llegar a visitar entre 50 y 60 pacientes durante una jornada de trabajo, el doble de lo que es habitual. “Estamos en camino de convertir un modelo sanitario de calidad en un modelo basado en la cantidad y esto, a largo plazo, puede tener consecuencias nefastas”, afirma Puig.