Catalunya es la comunidad autónoma del Estado español que, porcentualmente, dedica menos gasto sanitario público consolidado a la remuneración de su personal sanitario, con un 35,7%, muy por debajo de la media estatal que se sitúa en el 46% y lejos del 54,9% que destina Castilla y León a la cabeza de este ranking. Estos datos, extraídos del último informe global del sector público autonómico correspondiente al ejercicio de 2014 que elabora anualmente el Tribunal de Cuentas, demuestran, según Metges de Catalunya (MC), la "sobreexplotación laboral" que sufre el personal sanitario por parte del Govern.
El sindicato considera que el gasto en retribuciones de los profesionales de la sanidad pública catalana dista mucho de la partida que asignan habitualmente las empresas de servicios en el capítulo de nóminas, que gira en torno al 55% de su presupuesto. "Esta diferencia corrobora como una buena parte de la financiación sanitaria sale directamente de los sueldos de los propios trabajadores y esto puede convertirse en una bomba de relojería que puede acabar con los excelentes resultados del sistema por falta de personal cualificado", advierte el secretario general de MC, Josep Maria Puig.
Por este motivo, reclama al Departament de Salut que haga un "ejercicio de realismo" para adecuar las retribuciones de los facultativos a su responsabilidad y al sobreesfuerzo que están realizando para amortiguar los efectos de la crisis económica en la red sanitaria.
El informe del Tribunal de Cuentas también pone de manifiesto que Catalunya está a la cola de las comunidades autónomas en cuanto al porcentaje de gasto sanitario público consolidado sobre el Producto Interior Bruto (PIB) con un 4,7%, solo por encima de Madrid con un 3,8%. En el extremo opuesto, se encuentran Extremadura (9,4%), Murcia (7,7%) y Asturias (7,3%). La media autonómica se sitúa en el 5,5%.
De acuerdo con los datos resultantes de la Estadística del Gasto Sanitario Público (EGSP) del Ministerio de Sanidad que recoge el informe, el Estado destinó casi 62.000 millones de euros a este capítulo en 2014 (ver pág. 4), lo que representa un 6% del PIB, seis décimas menos que en 2010 (ver pág. 4).