Metges de Catalunya (MC) valora de forma ambivalente el nuevo modelo de atención pediátrica que ha presentado el Departamento de Salud. Por un lado, considera que la creación de los equipos territoriales de atención pediátrica (ETAP) "puede ser bien recibida por los profesionales", porque la agrupación de especialistas en un mismo centro "podría facilitar la coordinación y el apoyo entre pediatras, mejorar el acceso a la formación y promocionar más proyectos de investigación y atención a la comunidad, así como ofrecer una consulta especializada, bien dotada y con capacidad resolutiva que evite muchas derivaciones a los especialistas hospitalarios”. Del mismo modo, que los ETAP cuenten con direcciones exclusivamente pediátricas "también puede ser positivo para la organización de los servicios asistenciales". Pero, por otra parte, el sindicato sostiene que este nuevo modelo "no solucionará la sobrecarga asistencial ni los problemas de conciliación de los profesionales si no se destinan más recursos a la pediatría de atención primaria, motivo principal del déficit de especialistas".
Asimismo, la organización cree que Salud es "excesivamente optimista" cuando afirma que los ETAP contarán mayoritariamente con facultativos especialistas en pediatría. En este sentido, MC recuerda que actualmente entre el 35% y el 40% de los profesionales que prestan asistencia a la población infantil no tienen el título de pediatra, sino que son médicos de familia, y esta proporción “difícilmente podrá corregirse con la nueva estructura organizativa”, tal y como se ha comprobado con los 25 ETAP que ya están operativos.
Para conseguir que los ETAP sean atractivos tanto a nivel clínico como laboral, el sindicato insiste en la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo, retributivas y de conciliación familiar de los pediatras, con el objetivo de que el nuevo modelo de atención “sea realmente competitivo con las alternativas laborales hospitalarias y de seguro privado”.
Por último, MC insta a la consejería a definir los 79 centros donde se ubicarán los nuevos ETAP para “resolver las incógnitas pendientes”, como son el desplazamiento territorial de las familias, que “puede añadir tensión en las consultas”, o la posible movilidad entre centros de los profesionales, que “tendrá que ser voluntaria e ir acompañada de incentivos”.