Una vez más, Metges de Cataluña (MC) da un grito de alerta sobre la situación de la atención pediátrica en los centros de salud catalanes. Coincidiendo con el Día de la Pediatría, que este año se celebra el 8 de octubre, el sindicato médico denuncia que los problemas que afectan a la especialidad "siguen sin enderezarse y se encuentran en tierra de nadie". Ana Roca, pediatra, vicepresidenta de MC y portavoz de la Agrupación de Pediatras del sindicato avisa que, si no se activa "de forma inmediata" un plan específico para la mejora de la pediatría de atención primaria, la presencia de estos especialistas en los CAP será "residual".
En este sentido, la situación se ve agravada por la jubilación prevista de 128 pediatras en los próximos cinco años, según los datos del Plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH) del Instituto Catalán de la Salud (ICS), a los que hay que añadir una treintena más de profesionales de la red concertada. “Son unos 150 pediatras que, en estos momentos, no hay indicio de que se puedan sustituir. Es una auténtica bomba de relojería para nuestro modelo de atención pediátrica”, remarca la responsable sindical.
Ante la escasez de especialistas, Salud pretende que profesionales de enfermería asuman prácticamente todas las visitas que corresponderían a los pediatras dentro del Protocolo de Infancia con Salud. "Son visitas de diagnóstico patológico y estos profesionales no tienen las competencias suficientes para hacerlas", explica.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) coincide en los malos presagios y ha alertado de que alrededor de dos millones de niños y adolescentes del Estado no son atendidos por pediatras, ya que no hay suficientes especialistas en salud infantil, sobre todo en los centros de atención primaria. En su lugar, son los médicos de familia, mayoritariamente, los que atienden a la demanda asistencial de los niños. Según los datos de la sociedad científica, en Cataluña el 30% de los menores no recibe atención por parte de un profesional de pediatría.
La desigualdad también se hace extensiva al territorio. Las grandes ciudades y áreas metropolitanas tienen un déficit de pediatras inferior, mientras que las poblaciones de interior y áreas rurales tienen muchas dificultades a la hora de conseguir especialistas para sus centros.
Problemas conocidos, soluciones pendientes
Como ha denunciado en reiteradas ocasiones, MC apunta a la sobrecarga asistencial, la precariedad de las condiciones laborales y retributivas, las trabas para la conciliación, con horarios "imposibles", y las escasas oportunidades de desarrollo profesional para explicar el poco interés que suscita el ejercicio de la pediatría en el primer nivel asistencial. "Lo manifiestan los propios pediatras y lo recogen los datos de diferentes encuestas, los servicios pediátricos de atención primaria no son atractivos ni motivadores", asegura Ana Roca.
Así, según una encuesta realizada por el sindicato a principios de 2022 a 377 pediatras, el 51% del personal facultativo de pediatría de atención primaria se ha planteado abandonar su puesto de trabajo o cambiar de ámbito asistencial. “Las dificultades para cubrir las vacantes son extremas. No se sustituyen las bajas ni las ausencias y todo esto no hace más que sobrecargar a los pediatras que todavía quedan en los CAP”, relata Roca.
Ante esta realidad, la Administración opta por cubrir las plazas con profesionales de medicina familiar. "Obviamente no es la mejor solución ni la más segura para los pacientes", opina la vicepresidenta de MC que reclama a Salud que actúe mejorando las condiciones profesionales, laborales y retributivas del colectivo para que la pediatría vuelva a ser una salida profesional deseable. "Está en juego un modelo de atención a la salud infantil que ha demostrado sobradamente su calidad y sus beneficios para la sociedad: proximidad, prevención y resolución", asevera.