Metges de Catalunya (MC) reclama al Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) que resuelva las dudas existentes sobre la entrada en funcionamiento del CAP Can Roca de Terrassa, después de que el comité de empresa del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST) haya denunciado el retraso de la fecha de apertura del dispositivo por las incertidumbres sobre la gestión de las derivaciones a los especialistas hospitalarios de los pacientes asignados al nuevo centro.
Según el comité, el CAP Can Roca de Terrassa, gestionado por el CST y que debía abrir puertas el pasado 31 de marzo, se mantiene a la espera de iniciar su actividad porque el CatSalut está valorando la posibilidad de que los pacientes que requieran derivación hospitalaria sean asumidos por la Mutua de Terrassa, entidad privada concertada que se reparte con el CST la prestación de la asistencia sanitaria en la ciudad vallesana.
Los representantes de la plantilla del consorcio público consideran que no existe ningún motivo asistencial que justifique que las derivaciones del CAP Can Roca se envíen al Hospital Universitario Mutua de Terrassa y no al Hospital de Terrassa, centro público de referencia del CST. En este sentido, avisan de que, de concederse las derivaciones a la entidad privada, el CatSalut podría incurrir en una adjudicación irregular, ya que se habría hecho por la vía directa y no por medio de un concurso público.
El presidente del comité de empresa del CST y secretario general de MC, Xavier Lleonart, afirma que esa incertidumbre sobre las derivaciones está bloqueando la apertura del CAP. Además, explica que tampoco existe una decisión tomada sobre la conformación de la plantilla de profesionales, es decir, si el personal del nuevo centro lo proporcionará el CST, o bien si provendrá en parte de Mutua de Terrassa. Otro hecho que retrasa la entrada en servicio del equipamiento, asegura.
Detrás de estas negociaciones, según Lleonart, están en juego los recursos económicos que el CatSalut destinará al CAP Can Roca y si éstos los recibirá íntegramente el CST, o si también los percibirá de forma parcial la Mutua de Terrassa, en caso de que se haga cargo de las derivaciones de pacientes que requieren visita, prueba o ingreso hospitalario.
El comité de empresa del CST defiende que la inyección económica debe servir para reforzar al principal proveedor de salud de titularidad pública de la ciudad. El CAP Can Roca tendrá una población de referencia de 25.000 habitantes, 5.000 de los cuales provendrán del CAP Terrassa Nord (gestionado por el CST) y 20.000 del CAP Rambla (gestionado por Mutua).
Pregunta parlamentaria
La polémica sobre la gestión del nuevo CAP Can Roca ha llegado al Parlament de Catalunya a través de una batería de preguntas dirigidas al Govern, que deberá dar una respuesta por escrito.
Asimismo, el comité de empresa ha pedido al alcalde de Terrassa y vicepresidente del Consejo de Gobierno del CST, Jordi Ballart, que se posicione para no retrasar más la entrada en funcionamiento del nuevo dispositivo sanitario.