Desde hace varios años, la llegada del invierno se asocia a un período convulso en los servicios de urgencias hospitalarias. Este año, la continuidad de la pandemia y el retorno de las enfermedades respiratorias estacionales después de la retirada de la mayoría de las restricciones, augura una temporada invernal especialmente complicada en los espacios de atención continuada de los hospitales públicos y concertados. Así lo alerta Neus Muñoz, médica especialista en medicina interna y delegada de Metges de Catalunya (MC) en el Hospital de Terrassa, en un artículo de opinión publicado en el Diari de la Sanitat.
Muñoz recuerda que no es algo extraño que las Urgencias superen su límite de capacidad y eso provoque la "ignominiosa imagen de personas aparcadas en pasillos". En este sentido, señala los recortes sanitarios como punto de partida de esa "presión constante" que, para los profesionales del servicio, "forma parte de la vida cotidiana".
El uso de las Urgencias por parte de la población como dispositivo donde recibir asistencia inmediata es también uno de los factores que explican su saturación. "Las listas de espera, tanto para concertar una visita con el médico o médica de atención primaria como con el resto de especialistas, y para acceder a exploraciones complementarias y pruebas diagnósticas, sulfura a los pacientes que se acercan a las Urgencias en la búsqueda de una atención que saben que recibirán de forma garantizada, aunque se tengan que esperar algunas horas", explica Muñoz. Asimismo, la insuficiente dotación de camas de hospitalización también provoca que el drenaje de pacientes no sea suficientemente ágil.
"Los servicios de urgencias son el airbag de un sistema sanitario permanentemente debilitado. Antes se hablaba de estacionalidad, ahora es una condición estructural", asegura Muñoz que avisa del agotamiento de los profesionales causado por un sistema "siempre en el límite en el que la calidad asistencial y la seguridad del paciente se pueden ver comprometidas".
Y es que, según Muñoz, los profesionales médicos de Urgencias superan "de largo" el máximo de horas anuales que establece la normativa laboral europea. Unas condiciones de trabajo "poco deseables para un colectivo que debe cuidar la salud de la población y atender situaciones de emergencia médica".
La delegada del sindicato médico reclama soluciones para que trabajar en el sistema sanitario público "sea un motivo de orgullo y no una tortura".