El secretario general de Metges de Catalunya, Josep Maria Puig, se ha felicitado este lunes por el acuerdo que han sellado los partidos del Govern (ERC y JxCat) y Catalunya en Comú Podem para aprobar unos nuevos presupuestos de la Generalitat, con un aumento de 908,5 millones de euros para la sanidad catalana, pero ha lamentado que el compromiso alcanzado –el Departament de Salut gestionará un total de 9.784 millones– no permita todavía pasar página a los recortes ejecutados durante la crisis.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Puig ha señalado que el pacto "es un buen paso", si bien ha remarcado que "seguimos alejados de lo que deberíamos tener". Así, ha explicado que el sistema sanitario dispondrá en números absolutos de 90 millones de euros menos respecto a 2010, cuando el presupuesto consolidado de Salut fue de 9.875 millones.
"Llama la atención que, mientras el presupuesto global de la Generalitat aumentará un 14% en los últimos 10 años, el de Salut disminuirá un 1,5%, si finalmente se aprueban los números actuales. Por lo tanto, me pregunto por qué castigan así a la sanidad", ha aseverado. Para Puig, lo más importante es disponer de unos presupuestos que se adecuen a las necesidades reales del sistema, "pero estamos muy por debajo de lo que teníamos en 2010, porque, a los 90 millones de menos, hay que añadirle el factor inflación".
Según el dirigente sindical, el problema radica en la "falta de sensibilidad social" del ejecutivo catalán para poner sobre la mesa los recursos imprescindibles para poder atender a la población con garantías. "Están hablando de incrementar en 1.400 profesionales la plantilla sanitaria de atención primaria. Si seguimos la proporción que hay en los centros sanitarios en general –un 25% del personal es médico y el resto corresponde a otros estamentos profesionales–, nos tocarán, probablemente, unos 350 médicos y, solo en los últimos 10 años, hemos perdido más de 850 facultativos", ha afirmado.