La gripe ha irrumpido con fuerza en Catalunya en la última semana y, como ocurre año tras año, las urgencias hospitalarias se han saturado y las consultas de atención primaria se han desbordado, sobre todo por la escasa disponibilidad de camas de ingreso –la red hospitalaria de utilización pública tiene un millar de camas menos como consecuencia de los recortes– y la infradotación de las plantillas –el primer nivel asistencial ha perdido 870 médicos desde 2010. "Si no se ponen más recursos, es muy difícil pensar que podremos salir de este pozo", ha dicho este martes el secretario general de Metges de Catalunya, Josep Maria Puig, que ha acusado al Departament de Salut de vender "mucho humo y mucha voluntad", en referencia al Plan nacional de urgencias de Catalunya (PLANUC).
En una entrevista en La Xarxa (ver parte 1 y parte 2), Puig ha advertido que el cansancio de los profesionales sanitarios, sometidos a una desmedida sobrecarga asistencial, "acabará pasando factura", ya que la actual "situación de guerra" no se puede mantener de forma indefinida. "No se han destinado recursos para hacer frente a la gripe y, ahora, la última bala que queda es desprogramar intervenciones quirúrgicas no urgentes para liberar camas de ingreso y, así, detener el golpe, pero esto tiene un precio: el aumento de las listas de espera".
Con todo, el dirigente sindical ha señalado que la red hospitalaria está en una posición privilegiada si se compara con la atención primaria. "Los médicos de familia y pediatras están trabajando en una situación realmente estresante, con 60 y 70 visitas al día. Se hace difícil creer que alguien entienda que una persona puede atender a un paciente como Dios manda, cuando lleva visitados 40 enfermos", se ha quejado. En este sentido, ha reclamado medidas urgentes para dignificar el primer nivel asistencial, dotándolo de más personal y de una mayor capacidad resolutiva, y poder abordar con garantías el incremento de población envejecida y enfermedades crónicas.
"Hay un dato muy llamativo. Europa destina una media del 7,5% de su PIB [producto interior bruto] a la salud pública, mientras que España invierte el 6% y Catalunya, el 3,9%. Con estas cantidades estamos haciendo maravillas", ha asegurado.
Por otra parte, en declaraciones a TV3 y TVE Catalunya, Puig ha afirmado que la actual situación de los servicios de urgencias no es "anormal", ya que los problemas de saturación se arrastran desde hace tiempo, porque los recortes que se han aplicado desde 2010 "no se han revertido en ningún momento". Así, con la misma limitación de infraestructuras de los últimos años y con un incremento de pacientes con patologías complejas, la sensación de los profesionales es de "cansancio por acumulación".
Para suplir la pérdida de camas de hospitalización y apaciguar el colapso de las urgencias, ha planteado potenciar los equipos de atención domiciliaria, incrementar las plazas sociosanitarias y reconvertir las habitaciones dobles de los hospitales en individuales, para evitar que las estancias con dos camas estén ocupadas solo por un enfermo en los casos en que este deba permanecer aislado por criterios médicos.