La dirección del Sector Primaria ICS de Metges de Catalunya (MC) denuncia en una carta abierta el incumplimiento, en buena parte del territorio, del acuerdo de salida de huelga firmado a finales de noviembre de 2018, que tenía que permitir disminuir la sobrecarga asistencial en las consultas de atención primaria y mejorar las condiciones de trabajo de más de 5.700 facultativos. En el escrito, advierte a la Administración que, ante el “quebrantamiento” del compromiso adquirido, “los médicos y las médicas de atención primaria volveremos a decir basta de forma clara y contundente, porque lo que se pactó no es solo un derecho para los profesionales, sino también una necesidad para poder garantizar la calidad de la asistencia y la seguridad de los pacientes”.
MC acusa algunas direcciones de atención primaria de negarse a implantar las medidas recogidas en el pacto “con la intención de destruir la esencia del acuerdo firmado y perpetuar, así, el talante impositivo y, a veces, el maltrato que el Institut Català de la Salut (ICS) ha tenido los últimos años hacia los facultativos”.
En este sentido, señala que seis meses después de la firma del acuerdo “no se respetan los tiempos pactados según la tipología de las visitas, se sobrepasan las cinco horas diarias asistenciales, no se cubren la mayor parte de las ausencias y muchos facultativos no tienen el contingente de pacientes adaptado al estudio de cargas”.
Por otra parte, el sindicato también se queja de que el ICS no haya publicado aún el análisis de cargas de pediatría, que debía estar listo el pasado 31 de enero, y retrase la elaboración de los informes sobre la presión asistencial de los especialistas de ginecología y odontología, y de las unidades de atención continuada y urgencias de base territorial (ACUT) que deben permitir ajustar las plantillas a la demanda sanitaria.
Finalmente, MC exige a los políticos y gestores sanitarios de Catalunya que prioricen la atención primaria e incrementen su presupuesto como mínimo hasta un 25% del gasto total en salud. “Esto nos permitiría hacer promoción de la salud en comunidad, tener un número de profesionales adecuado a las características y patologías de la población y disfrutar de una retribución que frene la sangría de profesionales que se van a otras comunidades o al extranjero”, afirma. En caso contrario, la organización alerta que el primer nivel asistencial perderá su "prestigio" y su "esencia".