Una de las frases recurrentes pronunciada por responsables políticos y directivos sanitarios es que la sociedad catalana está en deuda con sus médicos por el esfuerzo realizado durante los recortes, evitando que éstos se tradujesen en una merma de la calidad asistencial. No creemos que la ciudadanía tenga ninguna deuda con los profesionales sanitarios, siempre nos hemos sentido apreciados y reconocidos, y esa es nuestra mayor satisfacción. Seguramente, tras la susodicha afirmación está el convencimiento de que, sin la profesionalidad y el espíritu de servicio de los facultativos, la indignación de la sociedad habría sido más intensa e incisiva y habrían pasado cuentas con los responsables de las decisiones. Así, es más preciso afirmar que la deuda recae sobre los políticos y no sobre el conjunto de la población.
La reconciliación con el colectivo médico es un deber de nuestros dirigentes políticos. Destinar los recursos necesarios para el sistema sanitario y tomar medidas a favor la estabilidad laboral y contra la precariedad de la profesión médica son decisiones que están en sus manos. Es cierto que el país se encuentra en una encrucijada y que el actual contexto político i económico dificulta algunas de estas decisiones estratégicas, pero no es menos cierto que no hacer nada no es ninguna solución.
Más allá de los avatares políticos de este otoño, el tercer cuatrimestre del año presenta diferentes frentes a nivel sanitario que Metges de Catalunya (MC) abordará con la máxima dedicación. Por un lado, el ámbito concertado debe renovar su convenio colectivo que se encuentra en situación de ultraactividad hasta el próximo 31 de diciembre. Mejorar las condiciones laborales y retributivas de los facultativos -maltratados en el convenio aún vigente- será uno de los objetivos del sindicato que, paralelamente, continuará trabajando para que el colectivo médico disponga de un espacio propio de negociación de los aspectos profesionales y laborales que le son inherentes.
Por otro lado, con respecto al Institut Català de Salut (ICS), MC estará atento al desarrollo de la oferta de empleo público aprobada por el Govern que prevé la convocatoria, este mismo año, de 825 plazas para personal facultativo, 488 en el ámbito de atención primaria y 337 de hospitales. Además, la organización mantendrá las espadas en alto en el primer nivel asistencial para que se apliquen las medidas de la Estrategia nacional de atención primaria y salud comunitaria (ENAPISC) que deben reducir la carga de trabajo, paliar la precariedad y facilitar la conciliación de los médicos de familia y pediatras.
El Departament de Salut tendrá el pleno de apoyo de nuestro sindicato en las actuaciones encaminadas a conseguir que Barcelona acoja la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), decisión que el Consejo Europeo debe tomar el mes de noviembre. La conselleria, sin embargo, no podrá contar con el sindicato como aliado en otro tema que previsiblemente se ha desatascar en lo que resta de año: la aprobación del decreto de prescripción enfermera. MC se opondrá e iniciará las acciones jurídicas que correspondan contra este marco normativo si otorga competencias médicas al personal de enfermería.
Respecto a la gran cuestión política, MC, organización catalana centenaria, se situará siempre del lado de la ciudadanía de Cataluña y de sus instituciones en defensa de la democracia y la libertad.