Metges de Catalunya (MC) remarca la trascendencia del aviso que ha lanzado la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los países europeos por la escasez de plantilla sanitaria en los sistemas de salud, una situación que ha tildado de “bomba de relojería”. Según este organismo internacional, la crisis de personal "ya está cobrándose un alto precio en los trabajadores sanitarios y en el acceso a servicios sanitarios".
El director regional para Europa de la OMS, Hans Kluge, ha manifestado recientemente que las múltiples protestas y huelgas que se han convocado en el sector de la salud en varios países –Estado español, Reino Unido, Francia o Italia– “son una señal de que el personal sanitario está infravalorado y sobrecargado de trabajo”. Para este dirigente, la mejor forma de mostrar el agradecimiento a todos los profesionales de la sanidad “es invertir en ellos, y, al hacerlo, invertir en un futuro más saludable para todos nosotros”.
Kluge ha constatado que “las largas jornadas de trabajo, la compensación y el apoyo profesional a menudo inadecuados, la grave escasez de personal y las altas tasas de infección y muerte por COVID-19 entre los trabajadores de la salud de primera línea, especialmente durante las primeras etapas de la pandemia, han dejado una marca”.
Por todo ello, ha instado a los gobiernos a tomarse "en serio" la actual coyuntura sanitaria y a actuar "con rapidez y colectivamente" mediante alianzas regionales. En un informe que publicó la propia OMS el pasado año, ya pidió a los países europeos que priorizaran el interés y el bienestar de su personal sanitario, y que invirtieran más, y de forma más inteligente, en salud.
En Catalunya, MC ha convocado a los 25.000 facultativos y facultativas de la sanidad pública y concertada a una huelga que arrancará los próximos días 25 y 26 de enero, para detener la “degradación” del sistema de salud y reclamar mejoras laborales y profesionales para la plantilla médica. El sindicato considera que esta movilización debe ser el punto de partida para reconstruir "desde cero" el modelo sanitario catalán, teniendo en cuenta que la estrategia de sanidad low-cost, sostenida por el sobreesfuerzo de los profesionales, "ha llegado al final del su camino”.