Cataluña presenta un déficit de gasto en sanidad –pública y privada– de 715 euros por habitante, que al año se traduce en 5.450 millones de euros y, en términos comparativos con el resto de Europa, representa el 2,2% del PIB catalán del 2019. Así lo revelan los Indicadores de Progreso y Bienestar de la Cambra de Comercio de Barcelona actualizados a finales del pasado mes de diciembre, los cuales Metges de Catalunya (MC) califica de “espantosos”, ya que el déficit de gasto anunciado equivale a la mitad de los 11.171 millones de euros del presupuesto de Salud para todo 2022.
Según la Corporación, el gasto sanitario por cápita realizado en el territorio es de 2.263€, un 31,6% menos del que le correspondería, que sería de 2.978€. Los autores del estudio han calculado estos datos a partir del análisis de la relación entre el PIB por cápita y el gasto sanitario total en 19 países europeos, concluyendo que el gasto sanitario tiende a ser más elevado en los que presentan un PIB más alto.
No obstante, aunque en Cataluña el PIB por cápita fue un 18,1% superior a la media estatal el año anterior a la pandemia de la COVID-19, el gasto en salud pública por ciudadano fue prácticamente igual en ambos casos: 1.524€ en la comunidad autónoma y 1.492€ en el conjunto de España.
Déficit de médicos de familia
Por otro lado, el informe ha analizado el número de médicos que hay en Cataluña: 469 por cada 10.000 habitantes, siendo superior al de Alemania (447), Italia (400), Países Bajos (383), Francia (337) y Bélgica (321). Aun así, la Cambra de Comercio de Barcelona alerta de un “déficit estructural de médicos de familia y pediatras” en el territorio, que tiene el 64,9% de los médicos y médicas de primaria en relación a los cinco países del núcleo europeo mencionados antes, según datos de Eurostat del 2020.
La Corporación destaca que esta cifra “tendió a convergir” los años previos a la crisis inmobiliaria, pasando del 59,6% en 2004 al 66,3% en el 2007, pero desde entonces se ha estancado en un 64,9% en el año de la pandemia. Así, el sindicato asevera que el déficit histórico de médicos de familia en el sistema de salud público catalán es “un indicativo del menosprecio constante hacia la atención primaria” que hay que frenar.
De hecho, esta es una de las reivindicaciones de MC para transformar las condiciones de trabajo del personal facultativo que el sindicato reclamará en la huelga facultativa convocada para los próximos 25 y 26 de enero. Esta busca denunciar y frenar la “degradación” que sufre el sistema sanitario catalán, así como reclamar mejoras profesionales y laborales para toda la plantilla médica de la sanidad catalana, que está “harta” de no ser reconocida como se merece.