La oficina regional de la OMS en Europa ha lanzado un aviso a los gobiernos del continente: si quieren solucionar la crisis de profesionales que sufren los sistemas nacionales de salud deben actuar y deben hacerlo ahora. En dos artículos publicados en dos de las principales revistas científicas del mundo, The Lancet y British Medical Journal (BMJ), la organización ha definido las causas de esta crisis y ha apuntado las posibles soluciones. Por lo que respecta a las causas, ha señalado cinco: laborales, de salud mental, de educación, de igual de género y de financiación.
La crisis laboral se relaciona con las dificultades para retener a los trabajadores sanitarios existentes en el sistema y contratar otros nuevos. El envejecimiento de las plantillas, con 13 países de Europa en los que más del 40% de los médicos tienen más de 55 años, el aumento del absentismo y las renuncias del personal son la base de este problema.
La crisis de salud mental tiene que ver con el elevado índice de burnout de los profesionales que afecta a más del 50% de los sanitarios. Las grandes cargas de trabajo y los excesos de jornada han empeorado notablemente el equilibrio emocional de los sanitarios. "El estrés, la ansiedad y la depresión han sido síntomas habituales que experimentan los trabajadores asistenciales y que contribuyen a aumentar el desgaste, la insatisfacción y la reducción de la productividad", asegura la OMS.
En tercer lugar, es una crisis educativa porque todavía no se ha adaptado la formación a las habilidades y competencias necesarias en la actualidad, con una alta incidencia de las tecnologías digitales, robóticas y de inteligencia artificial.
En cuarto lugar, también es una crisis de igualdad de género porque no se resuelve la brecha salarial entre hombres y mujeres, y porque las mujeres, que constituyen el 75% del personal sanitario en Europa, siguen sufriendo los techos de cristal, ocupando menos puestos de liderazgo que los hombres.
La quinta es una crisis financiera de inversión sanitaria por parte de los gobiernos. Los presupuestos no se han recuperado de los recortes y la pandemia de la COVID-19 no se ha aprovechado para aumentar la inversión que ahora, además, se ve afectada por la inflación.
Sin embargo, la oficina regional de la OMS en Europa ha elaborado un marco de actuación para el periodo 2023-2030 que tiene cinco pilares. El central es el plan para "retener y reclutar" a profesionales, mejorando sus condiciones laborales y asistenciales. “Mejorar las condiciones laborales implica reducir las cargas de trabajo pesadas, reducir las jornadas de trabajo excesivas, ofrecer mayor flexibilidad en los acuerdos contractuales y garantizar una remuneración justa, entre otros”.
El segundo pilar consiste en acciones políticas para aumentar la eficiencia de los servicios a través de la reorganización de equipos y la utilización de tecnologías digitales de salud. El tercer pilar apunta a la modernización de la educación y la formación en salud, adecuándola a las demandas y necesidades actuales y futuras de los servicios de salud.
Los dos últimos pilares se refieren a la planificación y la inversión. La planificación del personal sanitario es esencial para anticipar las necesidades futuras del sistema y empezar a tomar acciones al respecto. Mientras que aumentar la inversión será una condición previa imprescindible para mejorar las condiciones de trabajo.