Los datos que ha hecho públicos este lunes la Agencia Catalana de Noticias (ACN) sobre las esperas medias en los servicios de urgencias hospitalarias, "no reflejan la realidad" y "se quedan cortas", según Metges de Catalunya (MC). La ACN, que ha obtenido los indicadores del Departamento de Salud por medio de una petición al Portal de Transparencia, ha informado que la espera media para recibir atención en las urgencias fue de 62 minutos el pasado año, dos minutos menos que en el 2022, pero lejos de los 40 minutos de media que se registraban en el 2010, antes de los recortes. Sin embargo, la variabilidad es marcada y, mientras hay hospitales que se acercan a las dos horas de espera (Hospital del Mar, 114 minutos), otros, como el Hospital de Bellvitge (56 minutos), logran atender a sus pacientes antes de que pase una hora desde su llegada al servicio hospitalario. Por su parte, los ocho hospitales públicos del Instituto Catalán de la Salud (ICS) contabilizan una espera media conjunta de 62,4 minutos.
Para MC, el hecho de que el tiempo de espera anterior a los recortes no se haya podido recuperar es una demostración de que las actuaciones realizadas hasta ahora, como el Plan Nacional de Urgencias de Cataluña (PLANUC) aprobado en 2017, “no han funcionado”. En este sentido, el sindicato remarca que el principal error ha sido "no centrar las inversiones en el personal", definiendo medidas que tengan por objetivo "la captación y retención de profesionales que quieran y puedan desarrollar su carrera en los servicios de urgencias".
Por otra parte, la organización recuerda que las urgencias y los centros de atención primaria (CAP) son "vasos comunicantes, si uno no funciona, el otro se resiente". Así, MC remarca que, según el último informe de la Central de Resultados del Sistema de Salud de Cataluña, 6 de cada 10 consultas que atienden los servicios de urgencias hospitalarias corresponden a los niveles 4 y 5, de menor gravedad, y deberían ser atendidas por los centros de primer nivel asistencial. “La saturación de los CAP, por el déficit de personal médico, y la reducción de la accesibilidad al sistema desde los recortes ha provocado que las urgencias sean, en muchos casos, el dispositivo que utiliza la ciudadanía cuando no encuentra otra vía disponible para recibir atención”, asegura el sindicato. Por este motivo, considera que la Administración, además de reforzar la atención primaria, "también debería hacer pedagogía para que la población haga un buen uso de los distintos dispositivos sanitarios".