MC alerta del aumento del éxodo de nuevos médicos y MIR de Familia por sus “terribles” condiciones laborales

Jóvenes médicos MIR

El proceso de asignación de plazas MIR de este año finalizó el viernes pasado con un total de 71 vacantes de Medicina Familiar y Comunitaria (MFiC) sin cubrir en Cataluña, el 19% de las 370 ofertadas. La mejora retributiva anunciada por el Departamento de Salud en marzo para intentar incentivar su elección no ha sido suficiente, pues el principal motivo por el cual los jóvenes han perdido el interés en hacer dicha especialidad en el territorio son sus “terribles” condiciones laborales. En este sentido, Metges de Catalunya (MC) alerta de un incremento del éxodo de recién graduados en Medicina a raíz de la sobrecarga laboral, las insuficientes retribuciones y la infravaloración de su trabajo, entre otros factores.

Después de más de una década de recortes y dos años de pandemia, el sistema sanitario público se encuentra totalmente desgastado y necesita personal. No obstante, cuesta retener al millar de estudiantes que se gradúa cada año en Cataluña. Algunos vienen de fuera y vuelven a casa para hacer la especialidad, mientras que otros buscan alternativas en otras comunidades o en el extranjero debido a que las condiciones laborales con las que se encuentran aquí no les atraen lo suficiente como para quedarse. “Desanima ver que estás estudiando muchos años y que después no tienes las mejores condiciones laborales”, explica en un reportaje de TV3 un estudiante de 4º curso de Medicina en la Universidad de Barcelona (UB). “A mí me gustaría quedarme, pero soy realista y se tengo que estar con unas condiciones que no son las que quiero, tendré que irme”, sostiene un compañero suyo.

Una situación parecida es la que vive Laia, una estudiante de primero en la UB, que reconoce que preferiría quedarse a trabajar en Cataluña, pero considera “indignante” que la recompensa económica y el reconocimiento de las tareas de los médicos no sean los que corresponden. “No me imagino viviendo fuera y dejando a la familia y los amigos aquí, pero como las condiciones de trabajo no son las que me gustarían y en otros países son mucho mejores, es un punto de inflexión”, sentencia.

Más de un 30% de fuera
El número de plazas que se ofrecen está regulado por el Estado español, pero a la hora de determinarlas no se tiene en cuenta cuántos estudiantes querrán quedarse en Cataluña una vez terminado el grado. Y es que, aunque aquí se forman médicos y médicas de prestigio, cifras del Departamento de Investigación y Universidades indican que más del 30% de estos alumnos vienen de otras comunidades autónomas a las que, “desde el minuto cero”, prevén volver. “Mi intención es terminar aquí la carrera y después volver a Valencia para hacer la residencia y trabajar”, expresa a TV3 una estudiante de primer curso en la Universidad Rovira Virgili (URV). “La residencia me gustaría hacerla en Málaga, ya que allí tengo a la familia y amigos y me gusta mucho estar con ellos. Aquí estoy muy cómodo, pero mi primera opción es Málaga”, apunta un alumno de segundo de Medicina en la UB.

Colegiados de fuera de la UE
Mientras los médicos y médicas que se gradúan en Cataluña buscan irse para ejercer fuera a consecuencia de las malas condiciones laborales con las que se encuentran –sobre todo en la especialidad de MFyC–, aquí la mitad de los nuevos colegiados de Medicina se han formado fuera de la Unión Europea. Antoni Trilla, decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB, tiene claro el motivo: “Cuando las condiciones son malas, se termina quedando el que acepta el salario más bajo. En cambio, si son buenas, ya te preocupas de que el que venga sea un crack. Para los médicos de muchos países, sobre todo de América del Sur, venir aquí es tremendamente atractivo, mientras que si nos comparamos con Europa hay para ponerse a llorar”.

Esta es una idea que MC comparte y, por este motivo, el presidente del sindicato, Jordi Cruz, ha pedido al Departamento de Salud una cumbre para abordar la situación de los MIR de medicina familiar y comunitaria, la especialidad más castigada, e “intentar buscar soluciones y trabajar en conjunto”. La idea es consensuar un “plan de choque” que vuelva a hacer atractiva la medicina de familia en Cataluña como proyecto profesional para los nuevos médicos.