El año 2011 Metges de Catalunya (MC) elaboró un “Decálogo de buena praxis médica” mediante el cual trasladaba al personal facultativo diez recomendaciones a seguir ante los recortes impulsados por el Govern. Ahora, más de una década después, la situación no dista mucho de la de entonces: faltan profesionales, los sueldos son insuficientes, hay una falta de recursos económicos y el sistema se encuentra constantemente sobrecargado.
Por este motivo, el sindicato vuelve a compartir el documento con el objetivo de reafirmar el compromiso del colectivo médico con la prestación de un servicio sanitario de calidad ante el riesgo de fractura del sector –cada vez más castigado después de muchos años de recortes y casi tres de pandemia– para poder avanzar en su reconstrucción.
El texto recoge diez puntos para orientar a los médicos y médicas en el desarrollo de la profesión, de manera que puedan atender a la ciudadanía con seguridad y garantiendo siempre la calidad asistencial. En primer lugar, la organización aconseja anteponer siempre el criterio clínico y priorizarlo al económico, así como rechazar cualquier intromisión en el acto médico y dedicar a cada paciente el tiempo que necesite.
En esta línea, el documento insta al personal facultativo a exigir una programación de su agenda sin masificaciones y a rechazar las consultas simultáneas, ya que la presión que esta conlleva puede provocar errores. Asimismo, pide esquivar el traspaso de competencias médicas a personal no médico, prescribir los fármacos según el criterio científico y la experiencia clínica, priorizar la asistencia sanitaria a las tareas burocráticas y redactar las historias clínicas de forma “clara, precisa y completa”.
Por último, este hace un llamamiento a la salud laboral, disfrutando de los descansos pertinentes durante cada jornada –sobre todo después de una guardia– y trabajando en las mejores condiciones psicofísicas posibles para evitar errores médicos.
Aun así, MC es consciente de que gran parte de las recomendaciones de este decálogo no solo dependen de que los profesionales las cumplan, sino también de un cambio en el sistema sanitario actual. “En Cataluña hay médicos muy bien formados, pero pocos están dispuestos a trabajar en unas condiciones tan precarias como las actuales”, denuncia el sindicato. Por este motivo, subraya que el cumplimiento del decálogo de buena praxis médica solo es un primer paso para avanzar en la reconstrucción del sistema.