Metges de Catalunya (MC) reclama a todas las administraciones y autoridades sanitarias que apliquen con efectos inmediatos un plan de choque y contingencia que reduzca la presión asistencial que recae sobre la atención primaria, con cerca de 100.000 visitas diarias provocadas por la sexta ola de COVID. El sindicato afirma que el sistema ha entrado definitivamente en "quiebra" y requiere de una actuación urgente para "resucitarlo". Este desbordamiento, añade, exaspera a los profesionales que sienten que no pueden realizar su trabajo con la calidad y la seguridad requerida, y deben limitarse a realizar tareas administrativas "sin valor clínico".
Por este motivo, la organización conmina a las administraciones responsables a tomar medidas extraordinarias que reduzcan de forma efectiva la carga de trabajo de los centros de atención primaria. Así, reclama que las bajas relacionadas con los contagios de COVID se puedan tramitar mediante un certificado autoresponsable que delibre a los facultativos de la gestión de las bajas laborales que está provocando el colapso de las consultas.
Por otro lado, para paliar la insuficiente dotación de personal médico en el primer nivel asistencial, provocada por la pérdida de más de 800 facultativos durante el período de recortes, MC pide que se mejoren sustancialmente las "nefastas condiciones laborales y retributivas" que "repelen a los profesionales".
Asimismo, la organización insta al Departamento de Salud a revisar la partida que el presupuesto sanitario del año 2022 prevé para la atención primaria, de modo que pase del 17% proyectado al 25% del total, tal y como recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las sociedades científicas.
Movilizaciones
En este sentido, MC asegura que la pandemia ha sido la estocada final para un sistema de atención primaria al límite desde antes de la actual emergencia sanitaria. Una situación que en 2018 eclosionó en una huelga masiva de los facultativos de los ambulatorios que acabó con la firma de unos acuerdos que "no se han llegado a cumplir nunca". Ahora, con los centros colapsados y las agendas de los médicos descontroladas por la falta de recursos, el sindicato advierte que el cansancio y la indignación de los profesionales "puede provocar una nueva convocatoria de movilizaciones, si no se aplican medidas correctoras con carácter inmediato".