A principios de este mes de marzo, la consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana y los sindicatos presentes en la mesa sectorial acordaron la recuperación progresiva de la jornada laboral de 35 horas semanales para los profesionales médicos, la cual se prevé que sea del todo efectiva el 1 de enero de 2025. Con este ya son 11 las comunidades autónomas que vuelven a disfrutar de este horario laboral y a partir de junio se implementará también en Castilla y León, de modo que la cifra ascenderá a 12.
No obstante, los gobiernos de Cataluña, Aragón, Galicia, Madrid y Murcia todavía no han permitido a sus trabajadores públicos recuperar este derecho laboral que se suprimió temporalmente en 2012, ampliando la jornada a 37,5 horas para hacer frente a la crisis económica del momento. A pesar de ser una medida provisional y haber transcurrido cinco años desde que en 2018 se dio la posibilidad de recuperar el horario anterior, estas cinco comunidades autónomas llevan más de una década sufriendo dicho recorte laboral.
Así pues, Metges de Catalunya (MC) alerta del agotamiento crónico que sufre el personal facultativo desde el inicio de los recortes y, sobre todo, desde el impacto de la pandemia de la COVID-19. Y es que esta ha provocado muchos más doblajes y excesos de jornada que nunca para poder hacer frente a la elevada demanda asistencial vivida en un momento de gran sobrecarga de trabajo y una alarmante falta de personal, haciendo todavía más evidente la urgencia de reducir la jornada.
Por lo tanto, el sindicato médico reitera la necesidad de volver a instaurar las 35 horas semanales –es decir, un máximo de 1.533 horas anuales de jornada ordinaria diurna– para todo el personal facultativo y sanitario catalán. De hecho, esta es, desde hace años, una de las principales luchas de la organización, que considera “discriminatorio e injusto” que solo se revierta la medida en determinados territorios, ya que el trabajo y la situación de los profesionales es similar en todo el Estado.
En este sentido, MC recuerda que velar por el bienestar físico y mental de los profesionales también implica mejoras para los propios pacientes, los cuales podrán disfrutar de mayor seguridad clínica y de una atención asistencial de más calidad, atendiendo que los médicos y médicas no estarán tan agotados ni sobrecargados. Por ello, el sindicato denuncia la inacción de la Administración en cuanto a la reforma horaria en el sector sanitario y le pide que escuche las necesidades de la profesión médica para que la ciudadanía pueda disfrutar de una sanidad pública óptima y de calidad.