El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Francesc Duch, ha reclamado no dar la espalda a la problemática de las agresiones a los profesionales de la medicina, ante el creciente proceso de deshumanización del acto médico –provocado por los recortes de plantilla y por la masificación de las consultas– que favorece el desencadenamiento de actitudes violentas en los pacientes.
"La agresión a un político es tema de portada y de debate en todas las tertulias, y desborda ríos de tinta. En cambio, las 50 agresiones anuales contra médicos en Catalunya pasan totalmente inadvertidas y nadie habla de ellas", se ha quejado Duch, que a su vez ha puesto de manifiesto la paradoja de esta situación, dado que la consideración social de los facultativos es "mucho más elevada" que la de los políticos.
En declaraciones a Radio 4, el secretario general del sindicato ha explicado que el incremento del nivel de exigencia y de expectativas de los pacientes es uno de los factores a tener en cuenta en el abordaje de la violencia en los centros sanitarios, pero, sobre todo, ha destacado el peso de los condicionantes inherentes al acto médico: "No podemos trabajar en las condiciones que todos quisiéramos porque no tenemos el tiempo asistencial suficiente, nos abarrotan las agendas de visitas, nos cargan de burocracia y tenemos unas herramientas [informáticas] que no nos ayudan nada a atender al enfermo, a mirarle a los ojos. Tenemos que estar haciendo clics constantemente en programas arcaicos de historia clínica como el e-CAP y eso nos quita mucha atención que deberíamos destinar al enfermo", ha afirmado.
Según datos de 2013 de la Organización Médica Colegial (OMC), Catalunya es la segunda comunidad con el registro más alto de agresiones médicas con 50 casos, seis menos que en 2012, por detrás de Andalucía que ha registrado 80. En todo el Estado, el año pasado se notificaron 354 incidentes violentos.