La pandemia del COVID ha comportado muchas alteraciones en la prestación de la asistencia y, ante el evidente déficit de facultativos en las plantillas de los centros públicos, la Administración y las entidades sanitarias han iniciado una estrategia consistente en la transferencia de competencias de los médicos, psicólogos clínicos y odontólogos a profesionales con una formación que legalmente no les capacita para desarrollar las funciones propias del personal facultativo. Esta tendencia se ha acentuado con la pandemia, pero su punto de partida se encuentra en los recortes presupuestarios que se aplicaron en la sanidad pública durante la crisis económica.
Metges de Catalunya (MC) denuncia la gravedad de esta estrategia que puede incurrir en intrusismo profesional. Por este motivo, el sindicato ha dirigido una petición a las comisiones deontológicas de los colegios de médicos de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, así como al Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC) y al Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC) para que emitan su posicionamiento sobre una práctica -el desplazamiento de tareas médicas, psicológicas y odontológicas hacia estamentos no facultativos- que puede empeorar la calidad asistencial y que no está exenta de riesgos. En este sentido, la organización recuerda que la apropiación de las competencias por parte de estos profesionales no va acompañada de la subsiguiente asunción de la responsabilidad civil y penal, que permanece sobre el personal facultativo.
La insuficiente dotación de facultativos de diferentes especialidades sanitarias y la negativa a incrementar los recursos es, a juicio de MC, el motivo principal por el que los gestores y políticos apuestan por el plan de transferencia de competencias y la incorporación de nuevos perfiles profesionales en el ámbito de la atención primaria, tal como anunció el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, en la presentación de los objetivos de su mandato.
Así pues, según el plan de Salud, el desplazamiento de las funciones y tareas facultativas recaerá sobre el personal de enfermería, auxiliares, graduados superiores sin especialización, higienistas dentales o la nueva figura del administrativo sanitario. Entre las tareas transferidas se pueden encontrar las sedaciones para exploraciones endoscópicas, las valoraciones anestésicas preoperatorias, la valoración de patologías mentales, el diagnóstico y tratamiento dental preventivo o la comunicación de los resultados de pruebas diagnósticas complementarias, entre otras.
Ante el riesgo de que la cesión de estas tareas empeore la calidad asistencial y derive en una situación de intrusismo profesional, MC pide a los colegios su posicionamiento, al igual que el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (COIB) ha manifestado su oposición y vigilancia del intrusismo que afecta a la profesión enfermera.