Muere Francesc Duch, ex secretario general de Metges de Catalunya

El ex secretario general de Metges de Catalunya (MC), Francesc Duch, ha fallecido este miércoles a la edad de 67 años. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universitat de Barcelona (UB), especialista en medicina familiar y comunitaria, y afiliado al sindicato desde 1991, ocupó la secretaría general de la organización entre los años 2012 y 2016. Previamente, había ostentado la vicepresidencia y también había asumido cargos de responsabilidad en los sectores de Atención Primaria y Funcionarios. El Consejo Ejecutivo expresa en nombre de la entidad y de toda su afiliación el más profundo sentimiento de pésame a su familia y amistades.

Duch, que ejerció toda su carrera profesional como médico titular del consultorio médico de l’Espluga de Francolí (Tarragona), fue un infatigable defensor de la profesión y tuvo un papel importante en el nacimiento del actual sindicato en el 2002, fruto de la integración del Sindicat de Metges de Catalunya (SMC) y la Federació d’Associacions de Metges d’Hospitals de Catalunya (FAMHOC).

Cogió las riendas de MC en plena ola de recortes sanitarios ejecutados por el entonces conseller de Salut, Boi Ruiz. En una de las primeras entrevistas que concedió, dejó muy claro cuál era la posición del colectivo facultativo y advirtió al Govern de que no contara con los médicos y las médicas, si lo que pretendía era seguir recortando la sanidad pública con criterios meramente economicistas, como había hecho hasta ese momento. "Solo el médico es capaz de aplicar medidas de ahorro sin que exista una repercusión clínica de trascendencia", afirmaba.

Recortes
En este sentido, consideraba que había llegado la hora de incorporar el "conocimiento médico" a los órganos de gobierno de los centros, de las empresas de salud y también de la administración sanitaria para garantizar la sostenibilidad y la calidad del sistema, puesto que, en su opinión, fundamentar la sostenibilidad en recortes de servicios, prestaciones y sueldos médicos cada vez más bajos ya no daba más de sí. "Queremos un modelo sanitario sostenible, pero ético, donde primen los criterios clínicos y donde el facultativo recupere el rol que le corresponde socialmente", sostenía.

Duch también cargó contra el conseller de Economia, Andreu Mas Colell, a quien acusó de reincidir en la misma fórmula para intentar aminorar el déficit público: recortar las nóminas a los trabajadores públicos y reducir los servicios básicos. “El Govern [de Artur Mas] ha ido a buscar al médico como fuente de financiación a través de su sueldo, pero la magnitud económica del facultativo está en el uso de los recursos terapéuticos que utiliza cada día”, señalaba y reiteraba que la alternativa al maltrato médico pasaba por hacerlo partícipe de la gestión sanitaria, ya que de esta manera se podía lograr un ahorro sin que esto repercutiera sobre la salud de la población.

Este planteamiento lo trasladó en el seno de la Comisión para el Pacto Nacional de la Salud que el ejecutivo catalán creó con el objetivo de impulsar un amplio consenso político-social y elaborar un documento de bases para garantizar un sistema sanitario público, universal y sostenible en términos económicos, de calidad y equidad, así como excelente en resultados.

Ya al final del mandato del conseller Ruiz, Duch le reprochó en un debate radiofónico las consecuencias de las políticas de austeridad sobre la plantilla facultativa, asegurando que los profesionales habían pagado "con su propia carne" los efectos de los recortes, con una "sobrecarga descomunal" de trabajo por culpa de la disminución de los recursos humanos.

Corrupción
Otra de sus fijaciones en plena crisis económica y sanitaria fue la denuncia de los casos de corrupción que salpicaban la sanidad catalana, y la crítica contundente a la hipertrofia administrativa, en referencia a la multiplicidad de empresas públicas sanitarias y de cargos de gestión repartidos por el territorio. “La situación de la sanidad es lo suficientemente complicada como para no añadir ningún recorte adicional. Si hay que recortar en algo es en corrupción y en estructura”, manifestaba. “Quien tenga que liderarnos para salir de este callejón sin salida –añadía– debe hacerlo con las manos limpias, priorizando las políticas sociales y rompiendo de forma inequívoca con la tolerancia, los vínculos y los encubrimientos de la corrupción instalada en el sistema”.

Competencias médicas
La batalla por la defensa de las competencias médicas también fue una constante en su gestión. Así, promovió y lideró el posicionamiento conjunto del sindicato y de los cuatro colegios médicos catalanes contra la progresiva asignación de funciones médicas al personal de enfermería por parte de la propia Administración. "La tendencia de ir recortando la plantilla médica, junto al aumento de la demanda sanitaria, provoca la aparición de este tipo de inventos que pueden acarrear problemas de orden asistencial", sostenía.

Luchó contra el proyecto de Real Decreto sobre la prescripción enfermera, impulsado por el gobierno español, y contra la 'Guía de actuación enfermera de urgencias y emergencias prehospitalarias', elaborada por la empresa pública Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), que daba instrucciones al personal de enfermería de las ambulancias para determinar diagnósticos e indicar tratamientos terapéuticos, competencias que son "propias y exclusivas de los médicos".

Igualmente, desaprobó un documento del Institut Català de la Salut (ICS) que ampliaba las atribuciones de enfermería en el terreno de la prescripción, la incapacidad laboral transitoria (IT), el tratamiento anticoagulante oral (TAO), las derivaciones, la analítica y los traslados sanitarios.

Listas de espera
Duch también puso el foco de la política sindical en la pésima gestión de las listas de espera y reclamó al Govern la creación de un registro único centralizado de las listas de espera quirúrgicas y de pruebas diagnósticas, a fin de aflorar la "situación real" de los retrasos en la atención y, de este modo, impedir las "prácticas picarescas" de las empresas de salud, a las que acusó de "maquillar" a menudo las cifras para eludir la penalización económica del Servei Català de la Salut (CatSalut) por las tardanzas excesivas.

Además, se mostró muy crítico con la estrategia de Salut de recortar recursos en la sanidad pública y, paralelamente, concertar servicios con el sector privado para reducir el drástico incremento de las listas de espera. “Tienes plantas, quirófanos y UCI de los hospitales públicos cerrados y, en cambio, contratas [actividad] privada para que te absorba la lista de espera. Esto es absurdo”, afirmaba.

Asimismo, pidió que se dejara en manos del personal facultativo el criterio de priorización de la cirugía para superar el sistema de intervenciones quirúrgicas garantizadas. 

Convenio médico
Duch, junto con el presidente y vicesecretario general de aquella época, Albert Tomàs y Xavier Lleonart, respectivamente, presentó una petición formal al Departament de Salut para la constitución de una mesa de negociación única para el personal facultativo que desembocara en el primer “convenio médico”. Lo hizo en el marco del inicio de las negociaciones para establecer un nuevo acuerdo laboral en la red sanitaria concertada.

“Nunca nos irá bien hasta que no hagamos un convenio médico”, apuntaba en una entrevista, en la que subrayaba la necesidad de que la profesión médica dispusiera de esta mesa para negociar las condiciones laborales y profesionales específicas del colectivo, ante el agotamiento del modelo de negociación colectiva, donde los médicos son minoría y ven como otros profesionales no médicos deciden cuestiones exclusivas de la profesión.

Atención primaria
Apasionado por la atención primaria como centro del sistema de salud, ideó y organizó el "Simposium de Atención Primaria a 30 años de la reforma" que se celebró en Barcelona, con la participación de más de 150 facultativos y facultativas. El objetivo de la jornada fue radiografiar la salud del primer nivel asistencial y examinar las perspectivas de futuro, tres décadas después de la reforma aprobada por el Govern en 1985 que supuso la integración de la atención preventiva, curativa, rehabilitadora, psicosocial y la promoción de la salud comunitaria en un nuevo sistema de trabajo en equipo formado por profesionales sanitarios y no sanitarios.

Presentó una ponencia, publicada posteriormente en su blog personal, en la que vaticinó los principales problemas de la atención primaria en el futuro: infrafinanciación, insatisfacción de la plantilla con el trato laboral y profesional recibido, falta de recursos humanos, conflicto de roles, pérdida de liderazgo, rotura del continuum asistencial y riesgo de privatización, entre otros.

Recuperación
A finales de su singladura como secretario general de MC, Duch vio como Antoni Comin sustituía a Boi Ruiz al frente de la Conselleria de Salut. "Querríamos que esta no fuera una legislatura en stand by en materia sanitaria", expresaba.

La recuperación del presupuesto sanitario decapitado por los recortes era la reivindicación principal que le planteaba al nuevo titular del departamento, con unos objetivos muy definidos: restablecer las condiciones laborales y retributivas de los médicos, recuperar plantillas, detener el trasvase de competencias médicas a otros estamentos profesionales, evitar las privatizaciones y externalizaciones, y erradicar la precariedad laboral que tildaba de "catástrofe" y de "problema de país".

(Noticia ampliada el 05/05/23)