El año 2022 estuvo marcado por la estabilización de la pandemia, la retirada de las mascarillas en prácticamente todos los espacios y la vuelta a la normalidad. No obstante, la mala planificación previa al COVID-19 y las diferentes olas y variantes del virus no han permitido la normalización del sistema público de salud. Este ha quedado muy malherido, con listas de espera en cifras históricas y un problema de falta de personal que los responsables sanitarios no han revertido. Los profesionales médicos, y el personal sanitario en general, hace tres años que luchan contra los efectos del SARS-CoV-2 y más de una década que arrastran las consecuencias de los recortes, de modo que se encuentran agotados por la sobrecarga de trabajo constante que sufren sin obtener ninguna mejora de sus condiciones laborales.
Ante esta situación, Metges de Catalunya (MC) inició una recogida de firmas en junio para que la población se implicara e n la reclamación de medidas que resuelvan los problemas estructurales de la sanidad pública, obteniendo el apoyo de 54.344 personas. En octubre, la organización puso en marcha una campaña de concienciación entre el personal facultativo contra las políticas sanitarias del Govern bajo el lema “Lo has dado todo. No has recibido nada” para alertar del riesgo inminente de fractura sanitaria. La solución para descongestionar el sistema es “tratar mejor a los profesionales que dan salida a los problemas de salud y poner más”, afirmó el secretario general del sindicato, Xavier Lleonart, que lamentó que “no hay médicos dispuestos a trabajar en las condiciones precarias con las que se trabaja actualmente”.
Convocatoria de huelga
Esta situación provocó que el sindicato hiciera un paso hacia adelante para poner remedio al bajón del sistema catalán de salud y anunciara a finales de noviembre un nuevo ciclo de movilizaciones del colectivo médico. Este arrancaría con dos jornadas de huelga total los días 25 y 26 de enero de 2023, a la cual se llamó a adherirse a los 25.000 profesionales facultativos que trabajan en el Instituto Catalán de la Salud (ICS) y en la red concertada.
MC anunció la huelga con dos meses de antelación para ofrecer un “amplio tiempo de negociación” al Departamento de Salud con el objetivo de intentar alcanzar un acuerdo que permitiera desconvocarla, pero el 2022 terminó sin ninguna propuesta formal por parte de la consejería que diera respuesta a las reivindicaciones del sindicato.
“Firma por la sanidad”
La puesta en marcha de nuevas movilizaciones vino, en parte, motivada también por el apoyo obtenido en la campaña Firma por la sanidad, que recogió 54.344 firmas entre la ciudadanía catalana. A mediados de noviembre, la dirección de MC las presentó en el Registro General del Parlament, donde el secretario general del sindicato, Xavier Lleonart, reclamó a los grupos parlamentarios “una respuesta concreta” a las demandas de la población y de los profesionales.
A su vez, el responsable sindical alertó que, si no se producía ningún “cambio radical” en las políticas del Departamento de Salud, sería “muy difícil” evitar una gran movilización del colectivo médico a corto plazo: “El malestar y la indignación del personal facultativo es enorme y solo hace falta una chispa para que estalle una revuelta”.
Atención primaria
La atención primaria es uno de los sectores más castigados por la sobrecarga de faena, la falta de personal y la escasez de recursos. Los primeros meses de 2022, el impacto de la sexta ola del COVID-19 llevó al primer nivel asistencial a una “situación límite” con cerca de 100.000 visitas diarias, una situación agónica que también se vivió en el resto de la sanidad española. El empeoramiento de las condiciones laborales ha hecho que la desafección del nuevo personal médico para la especialidad de medicina familiar y comunitaria sea cada vez más grande, provocando que haya menos profesionales facultativos que antes de los recortes y más plazas MIR vacantes.
El 19 de mayo, con motivo del Día Mundial del Médico de Familia, MC organizó una asamblea abierta a los profesionales para analizar la situación de la especialidad y denunciar la pérdida de personal. Asimismo, el sindicato médico reclamó un aumento del presupuesto para la atención primaria hasta el 25% de las cuentas sanitarias, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), sumándose al manifiesto #25AtencióPrimàriaJa de la campaña promovida por Amnistia Internacional Catalunya.
III Acuerdo del ICS
En marzo, el Instituto de la Salud (ICS) y los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial de Negociación de Sanidad –MC, UGT, CCOO, CATAC y SATSE– iniciaron las reuniones informativas de cara al III Acuerdo sobre las condiciones de trabajo del personal estatutario del ICS. No obstante, la “pasividad” de la empresa pública ante las propuestas de MC y sus constantes recortes planteados han decepcionado al sindicato médico.
En paralelo, a finales de noviembre, MC firmó –junto con el resto de organizaciones sindicales con representación en la mesa– el pacto sobre los criterios de aplicación a los procesos de estabilización del personal del ICS para reducir la temporalidad en los servicios públicos hasta el 8% o menos. Lo que no firmó el sindicato fue el nuevo Plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH) 2022-2026 del ICS acordado en febrero, debido a que este no permitía diseñar una estrategia “óptima” para dimensionar las plantillas según la cartera de servicios a ofrecer en cada territorio.
El “no” al preacuerdo del convenio SISCAT
Las negociaciones del III Convenio colectivo de trabajo del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública de Catalunya (SISCAT) iniciadas a principios del 2021 se prolongaron durante todo el 2022, en las que las patronales de la sanidad concertada siguieron intentando recortar derechos laborales de los profesionales facultativos. Esto, sumado a las mejores “deficientes” para el colectivo que contiene la propuesta de convenio acordada por los representantes empresariales y los sindicatos no médicos y al trato “discriminatorio” de los médicos y médicas respecto al resto de colectivos, entre otros factores, hicieron que en diciembre el sindicato médico no firmase la propuesta final del preacuerdo del nuevo convenio.
Listas de espera históricas
La situación de emergencia sanitaria vivida durante la pandemia también ha influido en las listas de espera, que se sitúan en cifras históricas. Cataluña se encuentra a la cola del Estado en cuanto al número de pacientes pendientes de una intervención quirúrgica, que han crecido un 16%, mientras que las listas de espera para pruebas diagnósticas han aumentado un 8%. Los recortes y la infrafinanciación de la sanidad pública de los últimos 12 años parecen el diagnóstico más claro, de modo que la solución pasa por incrementar el presupuesto de Salud.
En este sentido, el verano pasado MC se sumó a la petición del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña (CTESC) de crear un plan de choque para reducir las listas de espera en el sistema sanitario público. No obstante, la organización sostiene que lo único que puede hacer Salud para incrementar la productividad es “que los sanitario trabajen más de lo que ya lo hacen”, ya que “no tienen capacidad de atracción para incorporar más profesionales”, una estrategia que no es sostenible. Por lo tanto, la solución solo puede pasar por una mejora de las condiciones laborales que vuelva a hacer atractivo el trabajo de hacer de médico o médica dentro del sistema sanitario público de nuestro territorio.
MIR
En cuanto a los MIR, el sindicato consiguió en abril una nueva victoria judicial después de que los tribunales reconocieran el derecho de los residentes a incluir el importe correspondiente a la media de las guardias trabajadas en la retribución de las dos pagas extraordinarias anuales y en la nómina de vacaciones. Además, el pasado mes de marzo, MC amplió los servicios que ofrece a sus afiliados MIR, ofreciéndoles la póliza de responsabilidad civil profesional (RCP) gratuita durante toda su formación.
Por otro lado, MC analizó por primera vez las condiciones laborales y retributivas de los MIR a partir de una encuesta que permitió elaborar un ranking de los hospitales y unidades docentes de atención primaria de Cataluña en función de su respeto por los derechos laborales y formativos. Los datos son preocupantes, pues acreditan que las condiciones laborales de los médicos y médicas en formación “necesitan mejorar”, un hecho que provoca un éxodo de nuevos facultativos cada vez mayor.
Reencuentros y nuevos proyectos
El 2022 también fue un año de nuevos proyectos, como la puesta en marcha del Campus Metges, una plataforma de formación continuada en línea que permite adquirir competencias desde cualquier parte y a cualquier hora; y la creación del Observatorio para situaciones de violencia en el ámbito sanitario de Cataluña (OSVASC), un nuevo órgano propuesto por el Departamento de Salud y del cual MC forma parte del Comité Permanente.
Este también ha sido un año de reencuentros después de la pandemia, con la celebración el pasado mes de setiembre de una jornada que reunió a más de 200 delegados y delegadas del sindicato de todos los ámbitos y sectores profesionales, en un acto de cohesión de equipo y de análisis del “momento crítico” que vive el sistema sanitario público catalán.
Finalmente, en otoño, el sindicato médico celebraba el alcance de los 11.430 afiliados, una cifra que supone un incremento de la afiliación del 14,3% en tan solo un año gracias a la confianza depositada en el sindicato por parte del personal facultativo catalán.